La Nación La hora de la verdad: River necesita que el mago traiga del pasado sus tres mejores trucos
19/09/2025
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La derrota ante Palmeiras en el Monumental pone a Marcelo Gallardo frente a la necesidad de exprimir las mejores virtudes de su equipo, incluso sin tener la seguridad de que alcancen para consumar la remontada
Un candidato a llevarse la Libertadores contra uno que simplemente desea ganarla. Esa fue la reflexi贸n que dej贸 el choque de fuerzas de River y Palmeiras del mi茅rcoles. Todas las facetas (lo futbol铆stico, la condici贸n f铆sica, el trazo estrat茅gico, la parte an铆mica) que pueden deparar un partido en su inicio correspondieron al visitante. Se dice, con la chapa puesta, que la mejor noticia para River fue el resultado. Se olvida, dicho de esa forma, que el resultado fue una derrota como local. Sucede que aquella diferencia en el primer tiempo pudo haberle deparado un final peor. Y que el empuje del complemento le mejor贸 la imagen. Sin coraz贸n no se puede. Pero con coraz贸n no alcanza. Pareci贸, en ese largo tramo inicial, el tr谩mite de esos encuentros del reciente Mundial de Clubes entre un equipo europeo contra uno de un continente de pocos laureles. Cuando un jugador de River llegaba a la presi贸n, la pelota ya no estaba. Los jugadores de Palmeiras son m谩s atl茅ticos, s铆. Esa condici贸n se encuentra dentro de lo que se paga por un futbolista bien cotizado. M谩s all谩 de eso, lo que corre r谩pido es la pelota. El que sabe lo que debe hacer elige mejor el pase, la precisi贸n en el pase ayuda al control, un buen control ahorra un par de segundos. Ya sab铆amos que Brasil genera m谩s recursos que Argentina y que compra cracks incluso de Europa. Que los equipos de all谩 se foguean cotidianamente entre ellos. Que los de ac谩 compiten para saltar obst谩culos, no necesariamente para jugar mejor. Tambi茅n pod铆amos pretender que River, el opulento de estas tierras, redujera las diferencias. Tal vez sea el apuro por encontrar nuevas sentencias lo que genere el siguiente problema: un par de partidos parece suficiente para sacar conclusiones, sean positivas o negativas. Se dio en la ida de los octavos, frente a Libertad en Paraguay. Esa noche, el ingreso de Nacho Fern谩ndez result贸 clave. Enzo P茅rez, que no hab铆a tenido un buen primer tiempo, se luci贸 en el segundo. Dos de los integrantes del p贸ster de Madrid mostraban otra vez su estirpe copera. Hablaba bien de ellos y mal de quienes llegaron 煤ltimamente a reemplazarlos o sostenerlos. Dos ejemplos pueden ser Kevin Casta帽o, que por ahora no vali贸 ni la mitad de lo que cost贸, y Mat铆as Galarza, que en la vuelta frente a Libertad sinti贸 que el Monumental se le ca铆a encima. Pero las soluciones de 2018 no pueden ser las mismas en 2025. El tiempo no para. An铆bal Moreno y sus compa帽eros de mediocampo tuvieron otra din谩mica. Es l贸gico. 驴Ser铆a fuerte ver a Enzo sentado en el banco la semana pr贸xima siendo un partido decisivo de Libertadores? En alg煤n momento ser谩 inevitable.Los llamados constantes a los exjugadores del club m谩s tuvieron que ver con una b煤squeda acotada y una especie de melancol铆a que con las necesidades. El 煤ltimo libro de pases (Salas, Portillo, Galarza) permiti贸 ver la autocr铆tica. Permanentemente sobrevuela si al entrenador lo alcanza el mismo an谩lisis. Si es el mismo de siempre o si perdi贸 la magia. La personalidad ganadora no pudo haberla perdido. En todo caso, no terminar谩 de tocarle la fibra a este grupo de jugadores. O simplemente estos sean distintos. Pero es cierto que el mi茅rcoles a River no le falt贸 actitud sino f煤tbol. El problema pasa por la eterna comparaci贸n y la forma. Al t茅cnico se lo compara s贸lo con el que gan贸 en Madrid, no con el que obviamente alguna vez tropez贸. Nadie sostiene la idealizaci贸n.Su River tuvo tantas caras como a帽os transcurridos: el combativo de 2015, el arrollador de 2018, el m谩s atractivo y menos ganador de 2019, el muy discreto de 2022, el irregular de 2024. Al de esta temporada todav铆a lo estamos definiendo. Perdi贸 muy poco: contra Estudiantes y frente a los dos rivales claramente superiores en jerarqu铆a individual, Inter de Mil谩n y Palmeiras. Gan贸 bastante, aunque empat贸 demasiado. A veces, el gol le brota; en otras, se le niega caprichosamente. Pasa de dominante a vulnerable. Y as铆 lo mismo con la mayor铆a de sus jugadores, irregulares. En aquella multifac茅tica definici贸n del River de Gallardo, como si todos los planteles hubieran sido uno solo, se destaca la mentalidad, la intensidad y los 茅xitos en Brasil. A los que se coronaron internacionalmente los caracterizaron esas tres condiciones. A los que se quedaron en el camino les falt贸 una de ellas, sobre todo la tercera.El martes, V茅lez tambi茅n hab铆a perdido por un gol en el partido de ida. Fue contra Racing, rival calificado. Aun as铆, qued贸 la sensaci贸n de serie abierta. Su gente valor贸 el rendimiento y Guillermo Barros Schelotto cit贸 al Mart铆n Fierro prometiendo ser torazo en rodeo ajeno. Si a River se le reduce ese cr茅dito es porque tiene un adversario poderoso y por su funcionamiento inestable. En San Pablo necesitar谩 saber sufrir, algo que no le sale f谩cil. Que Armani sea Armani y que los errores del resto puedan ser maquillados. Que el aporte de Salas no pase s贸lo por la lucha. Que su t茅cnico proyecte sin dar pistas. La otra sensaci贸n de la semana es que, por c贸mo fue el partido, River qued贸 vivo. Resta saber c贸mo puede matar a Palmeiras.
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